ULTRASONIDO Y MAMOGRAFÍA: DIFERENCIAS CLAVES Y CUÁNDO ELEGIR CADA UNO

Introducción
Cuando se trata de cuidar la salud mamaria, es común preguntarse: ¿Es mejor hacerme un ultrasonido o una mamografía? Aunque ambos estudios son fundamentales en la detección de enfermedades mamarias, no son intercambiables y tienen indicaciones específicas.
En este artículo, te explicamos las diferencias entre estos dos métodos y en qué situaciones se recomienda cada uno.

Ultrasonido y mamografía de seno: ¿Son lo mismo?
No. Aunque ambos se utilizan para examinar el tejido mamario, funcionan de manera diferente:
- Mamografía: Es un estudio con rayos X que detecta cambios en el tejido mamario, incluyendo microcalcificaciones y tumores que pueden pasar desapercibidos en el ultrasonido. Es el estudio que se utiliza como cribado para detección de cáncer de mama.
- Ultrasonido de seno: Usa ondas sonoras para crear una imagen del tejido mamario. No utiliza radiación y es ideal para examinar estructuras internas con mayor detalle.
Cada uno tiene una función específica y se utilizan de manera complementaria en ciertos casos.

Importancia de la detección temprana en la salud mamaria
La detección temprana del cáncer de mama es clave para un tratamiento exitoso. Diferentes estudios de imagen ayudan a diagnosticar anomalías antes de que se presenten síntomas evidentes.
Tanto la mamografía como el ultrasonido juegan un papel fundamental en este proceso.
Chequeos regulares: Se recomienda que todas las mujeres realicen exámenes de rutina según su edad y factores de riesgo.
Importancia del historial familiar: Si hay antecedentes de cáncer de mama, es esencial realizar controles con mayor frecuencia.
- Evaluación de cambios en los senos: Cualquier alteración en la forma, textura o presencia de bultos debe ser evaluada por un profesional.
Situaciones en las que una mamografía es la primera opción
La mamografía es el método principal para la detección temprana del cáncer de mama. Se recomienda en estos casos:
- Mujeres de 40 años o más: La mamografía es la prueba de detección estándar para mujeres a partir de los 40 años, especialmente aquellas que no tienen síntomas. A partir de esta edad, se recomienda realizar mamografías de forma anual o bienal (según las pautas locales de salud), ya que el riesgo de desarrollar cáncer de mama aumenta con la edad.
- Detección de cáncer de mama en mujeres asintomáticas: La mamografía es el método principal de cribado para mujeres sin síntomas de cáncer de mama. Esto incluye a mujeres que no tienen bultos, dolor ni cambios en la piel del seno. La mamografía ayuda a detectar anomalías, como microcalcificaciones o tumores pequeños, que no pueden ser palpados o vistos por el paciente ni el médico.
- Mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama: Las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. En estos casos, la mamografía es crucial para la detección temprana, ya que puede ayudar a identificar cambios en los senos antes de que aparezcan los síntomas. Es posible que se recomiende un inicio anticipado de las mamografías o un seguimiento más frecuente.
- Mujeres con historial personal de cáncer de mama: Si una mujer ha tenido previamente cáncer de mama, la mamografía es importante para el monitoreo regular en busca de signos de recurrencia o la aparición de nuevos cánceres en el seno restante. El seguimiento es esencial para detectar cualquier anomalía de manera temprana.
- Mujeres con factores de riesgo elevados: Si una mujer tiene factores de riesgo elevados, como el uso de terapia hormonal prolongada, antecedentes de biopsias mamarias previas, o si tiene mutaciones genéticas como el BRCA1 o BRCA2, la mamografía se recomienda como una herramienta de detección regular.
- Mujeres con cambios en el seno detectados durante el examen físico: Si durante un examen físico, el médico detecta cambios en el seno, como un bulto, desprendimiento de líquido o cambios en la piel o el pezón, la mamografía es a menudo la primera opción para obtener imágenes detalladas y evaluar más a fondo la situación.
Comparación entre ultrasonido y mamografía

Ambos estudios son esenciales, pero la elección depende de la situación específica de cada paciente.
Conclusión
Elegir entre un ultrasonido o una mamografía depende de varios factores como la edad, el historial médico y la razón del estudio.
Mientras que el ultrasonido es ideal para evaluar tejidos blandos y complementar diagnósticos, la mamografía sigue siendo la mejor herramienta para la detección temprana del cáncer de mama.
Si tienes dudas sobre qué estudio necesitas, consulta con tu médico. La detección temprana es clave para una salud mamaria óptima.